Las Sociedades de
Inversión de Capital Variable (SICAVs) son una modalidad
de Institución de Inversión Colectiva de carácter societario, cuyo
objeto exclusivo es la captación de fondos, bienes o derechos del
público para gestionarlos e invertirlos en bienes, derechos, valores
u otros instrumentos, financieros o no, siempre que el rendimiento
del inversor se establezca en función de los resultados colectivos.
Este tipo de instituciones se caracterizan,
fundamentalmente, por alcanzar los siguientes objetivos:
- Eficiencia en la asignación del ahorro a las oportunidades de
inversión y en la gestión de riesgos.
- Disminución del riesgo asumido en la inversión a través de su
diversificación.
- Favorecer el ahorro público mediante la aplicación de
importantes ventajas fiscales.
- Proporcionar una liquidez inmediata a los accionistas.
Crear una sociedad de inversión puede ser una de las
formas más rentables de invertir su activo, con excepcionales ventajas económicas y
fiscales de las que se beneficia el inversor a través de
su aplicación directa a la sociedad.
Además, la nueva normativa de Instituciones de
Inversión Colectiva permite crear, dentro de estas sociedades,
compartimentos separados sin personalidad jurídica, con políticas de
inversión propias, reduciendo los requisitos de capital mínimo y
número de accionistas exigidos. Ello se traduce en un evidente ahorro de costes para los
accionistas que, mediante este nuevo sistema, comparten un único
vehículo de inversión.